Technical University Almeria/

Julio Cano Lasso

Alberto Campo Baeza

M. Martín Escanciano

A. Más Guindal

Spain

Project Details

Location

Location(City/Country):

Almeria / Spain
Tipology

Tipology:

Educational
Year

Year (Design/Construction):

1975 / 1976
Area

Area (Net/Gross):

- / -
Operational Carbon emissions

Operational Carbon emissions (B6) kgCO2e/m2/y:

-
Embodied Carbon emissions

Embodied Carbon emissions (A1-A3) kgCO2e/m2:

-
  • ‘Kashba’ solution to adapt to the local climate. The courtyards provide natural daylight and ventilation. Use of autochthonous plant species to create microclimate conditions.
  • The honeycombed ‘organism’ is both highly effective and typologically proven in this climate, as studied in the local vernacular architecture.
  • Solid walls with reduced number of openings to minimise solar and heat gain. The walls are painted white to reflect the maximum amount of sunlight.
  • Rational Design allows for a reduction of the number of materials and the quantities used. The 4x4m structural grid minimises the thickness of the slabs and thus reduces the amount of concrete used.

The site, on an esplanade near the sea, yet lacking direct views of it, together with the climate of Almeria, suggested a “kashba” solution ordered by a rational scheme.  A system of streets leading to a central square was established in order to organize the complex educational program. This network of corridors links classrooms, laboratories, and offices with diverse courtyards, which in turn provide illumination and ventilation. The honeycombed organism thus formed is both highly effective and typologically proven in this climate (the Chanca quarter in Almeria). In some spaces the light sources are marked by deep skylights which appearing on the roof create a distinctive image.

It was always thought that the courtyards, with the climate thus controlled, would become fertile gardens full of autochthonous species. The growth of the bougainvillaeas, jasmine and grapevines makes possible the continuity of interior and exterior in the experience of the building.

From the exterior the organism appears closed, defensive against outside agents. The construction is enormously simple, with an orthogonal grid of 4 x 4 meters, a clearly rational scheme allowing for unlimited growth.

ATRAPAR EL CIELO

Sobre el edificio de la Universidad Laboral de ALMERÍA

Alberto Campo Baeza

Me piden que escriba sobre el edificio de la Universidad Laboral de Almería que hicimos en Almería en 1976, hace ya más de 30 años,  Julio Cano Lasso y yo, con Miguel Martín Escanciano y Antonio Más Guindal, en unos terrenos al lado del Aeropuerto de Almería.

No puedo menos que subrayar que toda la operación fue fruto de la generosidad extrema de Julio Cano Lasso. No es normal que un maestro de su talla, llame a colaborar con él, firmando y cobrando, a un grupo de jóvenes arquitectos casi recién salidos de la Escuela.

Ya anteriormente me había invitado a colaborar con él en tres Centros de Formación Profesional situados en Vitoria, Pamplona y Salamanca. Fue una experiencia inolvidable que dio como resultado tres edificios de los que todavía hoy uno puede sentirse orgulloso. Hicimos una arquitectura muy contenida de gran sobriedad en la que creamos espacios de gran belleza. Procuramos cumplir puntualmente con aquellos principios vitrubianos de la Utilitas, la Firmitas y la Venustas.

La solución espacial para este proyecto de Almería fue muy clara desde el primer momento. La situación, en una explanada junto al mar pero sin vistas sobre él, sugería, con el clima de Almería, una solución de “kashba” ordenada por un esquema racional. Para organizar un complejo programa docente se establece un sistema de calles que desembocan en una plaza central. Esta red de pasillos va engarzando aulas, laboratorios y despachos con diversos patios, a través de los que se iluminan y ventilan, creando un organismo alveolado altamente eficaz y tipológicamente comprobado en ese clima (el barrio de la Chanca de Almería). En algunos espacios se acentúan los puntos de luz con lucernarios profundos que, apareciendo en cubierta, ofrecen una singular imagen.

Se pensó siempre que los patios, con el clima así controlado, se convertirían en feraces jardines de especies autóctonas. Las vignonias, buganvillias, jazmines y parras debían crecer allí, haciendo posible la continuidad interior-exterior en la vida del edificio.

Al exterior el organismo aparece como cerrado, defendiéndose de los agentes externos. La construcción es de enorme sencillez, con una trama ortogonal de 4 x 4 m, sobre un esquema claramente racional que permite un crecimiento ilimitado.

Sobre un esquema claramente racional que permite un crecimiento ilimitado.

La aventura de la construcción de la Universidad Laboral de Almería fue maravillosa. Todavía recuerdo las visitas de obra semanales donde Miguel Martín Escanciano y yo, bajábamos del avión  vestidos de impecable traje beige de Tergal de Cortefiel, con camisa blanca de puños y corbata, y muy ufanos, recorríamos la obra dando órdenes a diestro y siniestro. Luego procurábamos ir a la playa con nuestros preceptivos meybas, y luego al Hotel Costacabana para descansar. Y a comer a “la Luisa” o al Rincón de Juan Pedro. Y si había que pernoctar, lo hacíamos en el Hostal Indalo en la propia ciudad que era bastante económico.Cuando muchos años después volví para hacer la Plaza de la Catedral  todo había cambiado mucho. Y más todavía cuando recientemente construí, con Modesto Sanchez Morales, el edificio de Oficinas en el Paseo.

Las obras las hizo, y muy bien, HUARTE como empresa constructora. Emilio Casal Piga era el Jefe de obra excepcional, y el delegado José Luis Jiménez, un sobrino del Doctor Jiménez Díaz. Como aparejador actuó Carlos Pérez. Como encargado de las obras un navarro estupendo, Antonio Ayerbe, ayudado eficazmente por Julian Bello. La jardinería, importante, la hizo Jardines del Mediterráneo, con Gonzalo Cirujeda. Los muros, todos, se encalaron con una adecuada mezcla de cal y cola. Los suelos, todos, se pavimentaron con clinker, el mismo pavimento que habíamos ya utilizado en los Centros de Formación Profesional.

También cuidamos mucho el tema del amueblamiento.  Desde unas butacas que diseñamos con Julio Cano Lasso pasando por unas butacas danesas que compramos en Mobisa a Morcuende. Y alguna que otra pieza al siempre atento Pedro Pascual de MYC Gavina. Los lucernarios eran de LOP y los paneles traslúcidos de Cricursa. ¡Parece mentira como puede la memoria traer a colación tantos nombres con tanta claridad!.

Y el tema de las obras de arte? Había por entonces en la correspondiente Ley un apartado que indicaba un porcentaje que se debía usar en los edificios públicos para obras de arte. Con esa excusa, y con el asesoramiento de Gustavo Torner, gran amigo de Julio Cano Lasso, pusimos gran cantidad de piezas maravillosas. Desde la escultura del propio Gustavo Torner a la entrada del edificio, hasta obras de Fernando Zóbel o Gerardo Rueda o de José Guerrero. En resumen, toda lo del Museo de Arte Contemporáneo de Cuenca. Una suerte y un regalo. Para compensar hicimos una gran maqueta del edificio que, a la manera aaltiana, se colocó en el vestíbulo bajo el lucernario sobre la pared del fondo, que se dejaba invadir pior las plantas trepadoras que imagino que hoy la habrán casi cubierto. Fue una verdadera delicia el trabajar con todos ellos.

El encargo se hizo desde el entonces Ministerio de Trabajo con Licinio de la Fuente como Ministro. El Director General era Efrén Borrajo Dacruz, Catedrático de Derecho del Trabajo, con un inolvidable José María Dilla como Subdirector General. Todos ellos de una enorme calidad humana. Y cómo olvidar a Mariano Norte el ”alma mater” de aquella aventura ayudado por Alfredo Casillas.

Hicimos unas maquetas maravillosas que han sido muy reproducidas. Y tras terminar las obras, el mejor fotógrafo de Almería, y quizás de Andalucía, Carlos Pérez-Siquier, hizo unos reportajes en blanco y negro, extraordinarios. Se completaron con unas buenas fotos aéreas de Paisajes Españoles. Y con diapositivas magníficas del mismo Julio Cano Lasso y de Gustavo Torner.

Se publicó en numerosas revistas, aunque la publicación en A+U fuera la que dio mayor difusión al edificio.

En definitiva, esa arquitectura sobria, sencilla, austera, de tapias blancas, era un intento de atrapar el cielo. Que no es poco.

Photographer: Carlos Pérez Siquier

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